Friday, July 22, 2005
No Sabe No Responde Bean
El miércoles 20 de julio, día patrio, el almuerzo fue un delicioso y muy generoso plato de cocido boyacence (con una zanahoria extraterrestre gigante y morada, cubios?) q se salía del plato, y un par de costillas de marrrrrrano q estaban maxime, todo cortesía de mi ex sra de Lenin y la suegris :D. Bueno después de hacer digestión durante unas 4 horas, decidí emprender el viaje de regreso a la bochicueva en transmilleno desde el portal de banderas (por 2 razones, y no, no son las de la Srta. Causas, 1. por que me dio una perezammmm caminar hasta la Boyacá y 2 por q por ser festivo abundaban las g@#$%!!! busetas). Recuerdan ustedes esos avisitos y los mensajes de audio en los que se dice que esta POROHIBIDO! comer en los buses de transmilleno? Bueno, yo tenia una choco-la-tina-jet de calcio en el bolsillo de la chaqueta, y no me aguante las ganas, la destape y la partí en 4 para empezar a comérmela pastilla x pastilla de la forma mas discreta posible. Iba de pie en el bus y en la silla que me quedaba al frente iban sentados un el contra la ventana y contra el pasillo una ella (osease, que eran una feliz pareja). Ella tenia el cabello recogido y la cabeza recostada en el hombro de el. Ya me había comido yo 2 pastillas de la chocolatina, y al sacar la tercera me puse a mamar gallo (a jugar con la comida) cuando de repente el bus freno, y la pastilla de la chocolatina se me resbalo y termino enredada entre el cabello de la ella q estaba sentada y tenia la cabeza apoyada en el hombro del el q iba mirando x la ventana. Al lado mío iba un pelao (por q tenia cara de pelao de universidad) q se dio cuenta del hecho. La chocolatina a pesar de que estaba enredada en el cabello de ella se veía, y yo cual Mr. Bean la miraba como diciendo "mierda, y ahora??" tan chistosa estuvo la vaina que la intente coger en 2 ocasiones haciéndome el que me recostaba en el tubo de la silla de ellos y estirando la mano (cual Mr.Bean) mientras q el pelao q se había dado cuenta estaba muerto de la risa al lado mió. Finalmente desistí de la tarea de recuperar la pastilla de chocolate, el bus se movió, la pastilla se deslizo entre ella y el espaldar de la silla y yo termine haciéndome el de las gafas (en una palabra el pendejo). Si usted señorita (o señora), ud que lee esto sufrió algún percance por un pedazo de chocolatina jet que misteriosamente le dejo un parche de chocolate en la ropa en un viaje de transmilleno por las Américas el 20 de julio por la noche por favor discúlpeme. Fue sin querer queriendo.
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